Irónicamente en España realizaron ayer una curiosa publicación en el diario El País: se dieron cuenta que la bandera con la que nos liberamos de ellos era la más hermosa del mundo.
Ellos notaron que el pabellón patrio usado en 1818 para la independencia tenía las proporciones áureas, es decir, se ajustaba al “número de la belleza” o bien, el “número phi”.