A los niños les encanta descubrir todo el tiempo cosas nuevas, y eso también vale para los libros. Si bien entienden pocas palabras, es bueno que sus padres se tomen el tiempo para mirar con ellos libros con muchas imágenes y dibujos, porque lo que hacen en ese momento no es tanto leerles a los pequeños algo en voz alta, sino descubrir con ellos mundos nuevos y fomentarles el desarrollo del habla.
Al nombrar lo que los niños están viendo o lo que ellos señalan, se les enseña a asociar lo dicho con lo visto, y así es cómo van ampliando su vocabulario.