Los días nublados, las bajas temperaturas y la lluvia invitan a comer preparaciones calientes y ricas en calorías como sopaipillas, picarones, cremas y grandes platos de porotos con rienda.
Aunque para muchas personas el invierno permite algunas licencias en la comida, lo cierto es que no existe ninguna razón para aumentar la cantidad de calorías durante esta época.