
El trabajo silencioso del alcalde de Cabrero, Mario Gierke, ha reabierto el debate. Nuestros parlamentarios ya han hablado con EFE para reutilizar lugares que hoy son centros de drogadicción y cuna de delitos. En paralelo, existen compromisos del intendente Ulloa con San Rosendo y trabajos en cada una de nuestras 14 comunas para poder dar a esos sitios una nueva vida, similar a la que relatan nuestros abuelos.
Parece mentira, pero así es: las hermosas historias de nuestros abuelos relacionadas con los trenes no son más que eso, y hoy aquellos lugares que ayudaron a escribir la vida en nuestra provincia son centros de drogadicción y cuna de delincuentes.