
“Los cambios estacionales de temperatura incrementan la formación de caspa. Además, otros factores desencadenantes son el uso de champús con un pH desequilibrado, las permanentes y el tinte para el pelo, la predisposición genética puede afectar a familias enteras, el estrés, los cambios hormonales y otros factores de estilo de vida, como llevar una dieta inadecuada o consumir alcohol”, ha afirmado Ana Menéndez, especialista capilar de Instituto Médico Dermatológico (IMD).
Cada dos semanas, las células de la piel de un cuero cabelludo sano se renuevan de manera natural y se eliminan durante el lavado y el cepillado– en forma de escamas diminutas e invisibles. Sin embargo, cuando el proceso de renovación celular se acelera, se produce una excesiva descamación del cuero cabelludo, formándose grupos de células muertas, llamadas caspa.
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