
Es común escuchar a las mujeres embarazadas decir que tienen los tobillos y pies “hinchados”, síntoma provocado por la retención de líquidos, el cual se prolonga durante todo el periodo de gestación y es generado por fluidos atrapados en los tejidos del cuerpo, como también por otras condiciones propias del embarazo.
“La causa de este aumento es la retención hídrica o líquida, por efectos hormonales, como mayor presencia de progesterona, aumento del volumen sanguíneo durante el embarazo y por factores netamente mecánicos, como estar de pie, posición que dificulta el ascenso de la sangre desde las piernas hacia el corazón”, explica William Stanley, Médico Jefe de Maternidad de Clínica Bupa Reñaca.