El hecho de hablar de la miel como un producto único y homogéneo es algo muy alejado de la realidad, ya que hay casi tantos tipos de miel como tipos de flores. Incluso cuando nos referimos a la miel de flores estamos abriendo muchísimo el abanico.
Y es que, como no es lo mismo la flor de azahar que la flor del tilo y tampoco es igual un pino que un castaño, evidentemente los tipos de miel que se producen gracias a unas u otras especies no tienen las mismas propiedades, textura y sabor.